lo mejor y lo peor de vivir en Roma Life & Style

5/10/2014 by Marta Spain


Cuando me mudé a Roma para vivir una temporada en Italia, tenía una idea bastante diferente sobre lo que me iba a encontrar allí de la que traigo a España al volver.
Dicen que los españoles y los italianos nos parecemos mucho. Yo misma pensaba así antes de llegar. No es verdad. Somos muy diferentes. Bueno, si comparas nuestras similitudes con las similitudes entre un esquimal y un italiano o un esquimal y un español, pues si, los italianos y los españoles nos parecemos. Pero si hilas mas fino... la cosa cambia.
Es curioso comprobar que en Italia la mayoría de los estereotipos se cumplen a rajatabla... ¡Mas que en ningún otro país! Convivir con ellos día tras día ha sido una experiencia curiosa, a veces irritante... Estas son las conclusiones que he sacado después de vivir un año en el país de Mario y Luigi:
La comida:
No solo de pasta, pizza y helado vive el italiano. Tienen otros platos y unos dulces que quitan el sentido... Si a esta pasión por la comida y el comer le unes la pasión por los vinos, haces una mezcla, hipercalórica pero deliciosa.
Cada producto sabe a lo que tiene que saber. El tomate sabe a tomate, la albahaca te envuelve con su aroma, los quesos....ummmmm los quesos...

La mayoría de los italianos te hacen un plato de pasta delicioso con tres ingredientes sueltos que te quedaban en la nevera. Tienen una habilidad innata para la cocina.
En contra, no puedes encontrar muchos restaurantes internacionales en la ciudad. La gran mayoría son italianos, de diferentes regiones pero italianos, curioso siendo la capital.
Además, piensan que su cocina es la mejor del mundo. Si, es buena, a mi me encanta, pero creo que hay otras cocinas muy buenas también.
El lenguaje:
Y con esto me refiero al verbal y al no verbal. Es bien sabido que el italiano habla casi mas con las manos que con la boca ¡Y eso es un don! Poder comunicarte de diversas maneras hace mas rico el lenguaje ¿no?. A mi hace mucha gracia y, después de unos meses viviendo con ellos, se te acaba pegando un poco.

Pero me sigo quedando con el lenguaje verbal. Que maravilla... Aun sigo quedándome en la parra cuando me hablan en italiano. Aunque me estén diciendo "Voy a tirar la basura que huele a perro mojado" yo desconecto y solo escucho "lalalalalalaralalala oh sole mio laralalalala" Sigo sin ser inmune a este idioma, a pesar de todo...
También son gritones como nosotros. Eso debe de ser la sal del Mediterráneo que nos sube el tono de voz.
Los modales:
En cuanto llegues al aeropuerto, olvídate del por favor y del gracias. Recuerdo mis primeras semanas en Roma cuando iba a comprar cualquier cosa o preguntaba algo y decía por favor y gracias. No es que no me contestaran, es que ni me miraban a la cara... Como si no lo hubiera dicho. ¡Que majos! Una amabilidad, una cosita... Por supuesto, dejé de decirlo. Empecé a actuar como un robot. Llego a la caja, comida a la cinta, paso al otro lado, comida a las bolsas, me voy como si estuviera afónica.
No se puede decir que Roma se caracterice por un servicio al cliente estupendo... Pero seas turista o no. A la mínima te sacan de la tienda porque van a cerrar o te dicen en correos "ya si eso vente mañana que solo quedan quince minutos para cerrar...".
Ponte cómodo si tienes que hacer algo de burocracia... Puedes llegar a la edad de Matusalén y no haberlo conseguido aun.
Los hombres:
¿Tienes tiempo? Por que si empiezo no acabo... Intentaré resumirlo.
Morenazo guapo que te sonríe dulcemente y te pregunta de donde eres. Al decirle que española, se le hacen los ojos chiribitas, como a ti se te han hecho cuando él ha abierto la boca. Te dan ganas de preguntarle "¿eras tu el que salías en el último anuncio de Dolce y Gabana?" Pero te contienes, en parte por que se te puede caer mas la baba al intentar hablar.
Te dejas llevar por el latin lover, un "che bella che sei", un te miro con mi sonrisa de pícaro para derretirte, te mando un video por la mañana con la famosa escena de La Vita é bella "Buongiorno principessa" y te invito a cenar a un restaurante con velas y uno de fondo tocando la acordeón a lo La dama y el vagabundo.
Y todo es perfecto, hasta que una tal Lucia llama al chico por teléfono y se pone tan nervioso que tira la vela que quema el mantelito de cuadros al mismo tiempo que entra otra chica por la puerta del restaurante, no es Lucia, gritándole y mirándote con cara de psicópata, y hasta la mismísima cocinera está implicada en la historia como la cuarta, o la quinta, ya me he perdido, y ha intentado envenenarte con la pizza que estabas a punto de probar por que nadie cena con su hombre...
Y es que, lo de los italianos con el corteje femenino, es para estudiar. Que habilidad para el desdoblamiento de vida, que memoria para no liarla, que saber estar y que poder de organización. Impresionante. Ahora entiendo por que las italianas son tan celosas, normal.
Difícil hacerte amigas italianas, por lo ya explicado, pero también amigos italianos, por que no pierden oportunidad para darlo todo.
Pero lo que mas curioso me parece de todo esto es lo que yo llamo "la infidelidad asumida" y el machismo aun bastante presente en la sociedad.
La familia:
En esto los españoles y los italianos nos parecemos bastante aunque, los italianos lo llevan mas al extremo, sobre todo los hombres con la mammmma. Estudios científicos recientes confirman que la mamitis aguda en Italia es una de las enfermedades mas extendidas en el género masculino, afectando en gran medida al genero femenino como daño colateral.
La idea de la ayuda entre la familia, disfrutar de buenos momentos juntos, grande comilonas, el siempre estar ahí para lo necesario, es algo en lo que me he educado y que comparto plenamente. Esto es algo que me gusta mucho de los italianos. ¡La de cosas que aprendí viendo El Padrino! ¡La familia es lo mas importante! :)

Relación con los españoles:
Simplemente diciendo que eres español, suelen tratarte bien. Tenemos cierta simpatía entre nosotros. Además, he conocido muchas parejas de italianos con españoles, sobre todo chicas italianas con chicos españoles, por que creo que solemos hacer bastante buena combinación. Nuestras culturas son similares. A nosotros nos encanta su acento y a ellos el nuestro. A nosotros nos encanta Italia y a ellos España. Y siempre es mas fácil para los suegros entender un "grazie" o un "gracias" que un "strugenbajen" o un "aligato".
Naturalidad:
Es difícil saber si cuando se te acerca un chico italiano es por simpatía, por hablar un rato o por que quiere ligar contigo directamente. Bueno, en realidad no es tan difícil. El 99,999% de las veces que se te acerque un chico italiano será para ligar contigo. Tener amigos italianos chicos, heterosexuales, es algo que aun no ha sido conseguido por una mujer a día de hoy pero se está trabajando en ello.
Entre el corteje y que, en general, los italianos son muy de pose, no considero que sean muy naturales en sus relaciones. Se ve todo un poco de cartón piedra.
¿Nacionalismo?:
Me sorprendió mucho descubrir que en Italia hay mucha separación entre en Norte y el Sur. Lo que dicen uno de los otros. Incluso que muchos italianos no se consideren parte de esta nación. Y pensábamos que en España estaba el patio caldeado...
Si vives una temporada en Italia te hartarás de escuchar a los italianos quejarse de Italia, del gobierno, de país, de la gente, del Norte, del Sur, de la mentalidad, de lo poco que cuidan todos los restos históricos y monumentos... Pero mucho ojito con que la crítica venga de fuera. Entonces es cuando se levantan en armas y puedes irte a casa calentito. "Italia es única, la antigua capital del mundo, con una historia y cultura que mas de uno quisiera para su país. La gente es la mas guapa y con mas elegancia, por no hablar de la comida y de la belleza variada del país". Es de esto de lo que tanto se enorgullecen los italianos, y deben hacerlo, pero a veces incluso rozando un poco la arrogancia o lo que yo llamo "ombligismo".
Puedes ver la bandera de Italia en todas partes, en todas las prendas de ropa, calzado, cartera, pulseras... Eso es impensable en España.

A pesar de todo, Roma es una ciudad mágica. No es una ciudad fácil pero te hace crecer a pasos agigantados. Tiene cosas únicas y te hace sentir sensaciones que no he encontrado en otros lugares del mundo. Quizás un poco anclada en el pasado en muchos aspectos pero, aun así, mi valoración sobre esta aventura es mas que positiva. Me llevo muchas experiencias únicas y nuevos amigos para siempre. ¡Gracias Roma!

Marta Bludeña blog: http://nuevayorkyyoconestospelos.blogspot.com.es

Marta Spain


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